Roberto Aguirre C. / Ex comunista.
Lo que se ha dicho en tribunales sobre Daniel Jadue no es novedad para los funcionarios de Recoleta, tampoco para los miembros de su alianza política a quienes permanente denigra, como tampoco para las autoridades del actual gobierno, al que ha descalificado en cuanto puede, a pesar de que en este su partido ocupa altos e importantes cargos. Para ellos no es sorpresa la prepotencia de Jadue en cada una de sus actividades que, a partir de su nominación como pre candidato presidencial comunista, su ego pareció crecer como la espuma, la que se desvanece la noche que pierde la primaria frente al joven Gabriel Boric, descalificando este triunfo porque este, según él, habría movilizado a la “derecha fascista” para impedir “que un comunista llegue a La Moneda”.
El proceso actual contra Jadue por estafa, fraude al fisco, cohecho y otros delitos se veía venir y a pesar de ello, antes de su inicio y con su habitual prepotencia, afirma que “esto es solo un trámite, sin bases jurídicas detrás de lo cual se encuentran quienes intentan descalificar la ejemplar administración municipal de Recoleta”. Estas afirmacionesse vienen al suelo con las pruebas de los mismos fiscales que, antes, habían procesado a otros alcaldes, pero estos de derecha.
Al conocerse el dictamen, sus voceros abrieron fuego contra la jueza Paulina Moya afirmando que esta: “invento una causal para dictar prisión contra Jadue”, que los argumentos de fiscalía no tenían sustento y que todo era parte de una maniobra para impedir la carrera del alcalde de Recoleta hacia la moneda, pero que, como Lula, se demostrará su inocencia y será presidente de Chile”.
A pesar de que en el gobierno han sido cautelosos y la ministra Camila Vallejo llamó a respetar la autonomía de la justicia, desde el partido comunista se insistía en que el proceso contra Jadue era persecución política, lo que se desmiente estrepitosamente con el fallo de la corte de apelaciones que, por unanimidad de sus 3 miembros, ratifica el dictamen de la jueza Moya, demostrando con ello que el juicio no era persecución personal, sino el fallo de 4 magistrados que, en su resolución, mantienen que hay fundamento para una causa de estafa, fraude al fisco, cohecho y perjuicio en contra de la municipalidad de recoleta donde, Daniel Jadue, era dueño y señor, como lo demuestran las pruebas presentadas en el tribunal.
Conocido el primer fallo se conocieron declaraciones donde llama la atención una de Caracas denunciando la “persecución política” contra el Jadue, en circunstancias que en ese momento Maduro declaraba ilegal al partido comunista de Venezuela, a los que Jadue, en sus visitas a Caracas, se ha negado a recibir, consciente que solicitaban esta reunión para entregarle antecedentes de la represión contra los comunistas por parte del régimen. Jadue ha preferido apoyar a Maduro que, en ese país, hace lo mismo que hizo Pinochet en Chile con los comunistas.
Otro ejemplo escandaloso es el apoyo de Jadue al frente Polisario, organización separatista acusada en tribunales internacionales por violaciones a los derechos humanos, robo de ayuda humanitaria para refugiados, violación de mujeres y utilización e instrucción de niños para desarrollar actividades terroristas. Este grupo, al igual que Maduro que reprime a la izquierda chavista y los comunistas en Venezuela, el polisario, con apoyo del régimen militar argelino, reprime, asesina y encarcela a sus fundadores, muchos de ellos formados en Cuba que, al constatar la corrupción del movimiento, expresan su disidencia, por lo cual militantes y revolucionarios probados han pasado largos años en cárceles secretas, registrándose también una larga lista de asesinados y ejecutados políticos cuya nómina, con nombres e identidad, ha sido publicado por organizaciones de los derechos humanos. El régimen militar argelino, aliado de Maduro y que, traiciona los principios originales del frente de liberación nacional, sobre lo cual el alcalde de Recoleta ha firmado declaraciones de apoyo, donde no deja de sorprender a propósito de este proceso en Chile, algunos comunicados. Como el sitio mundo sin filtros donde podemos leer: “para identificar la razón del desbalance patrimonial de Daniel Jadue, el @MinuDDHH tiene que investigar las millonarias sumas que recibe en efectivo de los diplomáticos de la embajada de Argelia en Chile a cambio de promocionar y defender la causa saharaui”.
El estrepitoso fracaso en tribunales, donde se pretendió transformar un vulgar delito común en persecución política, los vínculos de Jadue con el régimen de Maduro, los polisarios y otros acusados por graves violaciones de los derechos humanos y delitos comunes, no solo refleja oportunismo e inconsistencia de principios (o falta de ellos), sino también una absoluta ausencia de moral, lo que es registrado en el fallo de la gran masonería de Chile que acaba de expulsar a Daniel Jadue de sus filas por la “gravedad de los hechos descritos y los indicios expuestos ante el tribunal de garantía, estarían reñidos con la forma en que deben actual los miembros de la orden”, declarando que ahora “está impedido de participar en actividades de las logias y emplear símbolos masónicos”.
No deja de sorprender. Además y a través de este comunicado, que Jadue era masón porque, como todos sabemos, es un destacado militante comunista, partido que se declara marxista leninista, cuestión que, además de estremecer a Lenin en su tumba y a Recabarren ocultar su cara por la vergüenza, deja en claro la catadura moral y ética del procesado alcalde de Recoleta por estafa, fraude al fisco, cohecho y otros delitos.