Por Fikri SOUSSAN

«Consideramos que la presente Cumbre marca una nueva etapa en el proceso que encarna la ambición común de nuestros países de construir un futuro mejor y de consolidar los pilares de una cooperación Sur-Sur para el desarrollo. Es una empresa que deseamos sea mutuamente beneficioso para nuestros pueblos respectivos. Debe inscribirse en el marco de un diálogo y una asociación impregnados de los valores de paz y solidaridad. Marruecos, que constituye para el mundo árabe una puerta de acceso a América del Sur, ha sido uno de los primeros Estados en establecer una asociación significativa entre los dos grupos. De hecho, ha tenido el honor de albergar importantes encuentros antes y después de la Cumbre de Brasilia».

(Extracto del discurso del  rey de Marruecos en la Segunda Cumbre Mundo Árabe-América del Sur que se llevó a cabo en Doha el 31 de marzo de 2009).

La revitalización de las relaciones diplomáticas entre Marruecos y Cuba, simbolizada por el reinicio de actividades en la embajada marroquí en La Habana después de un largo período de distanciamiento, no es solo un mero acto protocolar, sino un movimiento estratégico de gran alcance que trasciende las simples formalidades diplomáticas. Es, en esencia, un acto que tiene el potencial de redefinir no sólo las relaciones bilaterales sino también la posición de ambos países en un tablero geopolítico cada vez más complejo y conectado.

Impacto Geopolítico: Un Nuevo Capítulo en la Diplomacia Sur-Sur

El acercamiento diplomático entre Marruecos y Cuba no solo revitaliza sus relaciones bilaterales sino que también representa un significativo capítulo en la diplomacia Sur-Sur, destacando una tendencia creciente hacia la diversificación de alianzas fuera de los tradicionales ejes de poder Norte-Sur.

Estrategia Geopolítica de Marruecos: Bajo el liderazgo visionario del Rey Mohamed VI, Marruecos ha adoptado una política exterior proactiva y multifacética, orientada no solo hacia la consolidación de su posición en África y Europa sino también hacia una expansión significativa en América Latina y el Caribe. Esta política se inscribe dentro de una estrategia más amplia de fortalecimiento de la influencia de Marruecos a nivel mundial, aprovechando su posición estratégica como puente entre África y Europa y ahora como un enlace emergente hacia las Américas. Esta orientación se ha manifestado en la adhesión de Marruecos a diversas plataformas y foros internacionales, así como en la firma de múltiples acuerdos de cooperación económica y cultural con países de América Latina, buscando crear sinergias en áreas de interés mutuo como la agricultura, la energía, la educación y la tecnología.

Apertura de Cuba y Sinergias Potenciales: Cuba, por su parte, está navegando un proceso de apertura económica y reajuste geopolítico. Tras décadas de un modelo económico altamente centralizado y de un aislamiento relativo en términos de política exterior, Cuba busca ahora diversificar sus relaciones internacionales, aprovechando su notable capital humano y sus avances en sectores como la salud y la biotecnología. La experiencia de Marruecos en transformaciones económicas y en la gestión de grandes proyectos de infraestructura, como el puerto de Tánger-Med, ofrece a Cuba un ejemplo valioso y un posible socio en su búsqueda de modernización y en la atracción de inversiones extranjeras.

Reconfiguración del Poder Sur-Sur: Este reacercamiento entre Marruecos y Cuba también puede ser visto como parte de una tendencia global hacia una mayor autonomía y protagonismo de los países del Sur en el escenario mundial. En un momento en que los desafíos globales como el cambio climático, las pandemias y las fluctuaciones económicas requieren soluciones cooperativas y multilaterales, la diplomacia Sur-Sur emerge como un componente crucial en la reconfiguración de las relaciones internacionales. Marruecos y Cuba, ambos con historias ricas y complejas de navegación entre grandes potencias y bloques geopolíticos, pueden jugar roles significativos en la promoción de una agenda Sur-Sur que priorice el desarrollo sostenible, la equidad y la cooperación tecnológica.

Modelo para Futuras Alianzas: El caso de Marruecos y Cuba puede servir como un modelo para otros países del Sur en términos de cómo pueden aprovechar sus complementariedades para el beneficio mutuo y cómo la cooperación Sur-Sur puede ser una herramienta efectiva para fortalecer la autonomía y la influencia regional en un mundo multipolar. Además, fortalece la idea de que las alianzas estratégicas y la cooperación en áreas clave como salud, educación, infraestructura y tecnología pueden ayudar a los países a lograr una mayor integración y relevancia en la economía global.

En suma, el acercamiento entre Marruecos y Cuba no solo redefine las relaciones entre estos dos países sino que también ilustra el poder y el potencial de la diplomacia Sur-Sur en el siglo XXI, proporcionando un marco robusto para que las naciones del Sur exploren nuevas alianzas y construyan un futuro compartido basado en el respeto mutuo, la cooperación y el desarrollo integral.

Beneficios Económicos: Comercio, Inversión y Cooperación Estratégica

El fortalecimiento de las relaciones económicas entre Marruecos y Cuba promete abrir nuevas avenidas para el comercio y la inversión, aprovechando sus ubicaciones estratégicas y complementariedades sectoriales. Marruecos, situado en la encrucijada entre África y Europa, actúa como un puente vital para el comercio y las inversiones transcontinentales. Su infraestructura desarrollada y su política de apertura económica lo convierten en un portal atractivo para las empresas cubanas interesadas en acceder a los mercados europeos y africanos.

Por otro lado, Cuba, con su ubicación clave cerca de América del Norte y su acceso directo a los mercados de América Latina, representa una puerta de entrada invaluable para las empresas marroquíes que buscan expandirse hacia el oeste. Además, la isla está en un proceso de actualizar su modelo económico, ofreciendo nuevas oportunidades para la inversión extranjera directa, especialmente en sectores como el turismo, la energía y la biotecnología.

Zona Especial de Desarrollo El Mariel, Cuba

Un proyecto emblemático que simboliza esta cooperación es la Zona Especial de Desarrollo en el puerto de Mariel en Cuba. Marruecos, con su experiencia en gestionar zonas económicas especiales exitosas como Tánger-Med, puede ofrecer un conocimiento invaluable que podría ser crucial para maximizar el potencial del proyecto cubano. La colaboración en esta área no solo podría fortalecer la infraestructura y la capacidad logística de Cuba, sino también crear un modelo replicable de desarrollo económico que puede ser exhibido a nivel internacional.

Además, la cooperación puede extenderse a sectores emergentes y de alto valor añadido como la minería, la energía renovable y la biotecnología. Marruecos, con su rica experiencia en energías renovables, especialmente en la energía solar y eólica, y Cuba, con sus avances en biotecnología y producción farmacéutica, pueden establecer proyectos conjuntos que aprovechen sus respectivas fortalezas. Esto no solo fomentará la innovación y el desarrollo tecnológico, sino que también promoverá la sostenibilidad y la diversificación económica.

El puerto Tánger-Med, Marruecos

El intercambio comercial y de inversiones entre Marruecos y Cuba tiene el potencial de ser mutuamente beneficioso, apoyando la diversificación económica y la expansión en nuevos mercados. Este enfoque cooperativo y estratégico podría no solo fortalecer las economías de ambos países, sino también establecer un modelo de colaboración Sur-Sur que podría ser un referente para otros países en desarrollo.

Intercambio Cultural y Educativo: Enriquecimiento Mutuo a Través de la Historia y las Artes

La renovación de las relaciones diplomáticas entre Marruecos y Cuba, simbolizada por la reapertura de la embajada marroquí en La Habana, ha reavivado las oportunidades para un intercambio cultural y educativo profundo y sustancial. Este intercambio no solo fortalece los lazos diplomáticos y económicos sino que también enriquece ambas culturas, permitiendo una mejor comprensión y aprecio mutuo entre los pueblos.

Redescubriendo la Herencia Común: Un área prometedora para la cooperación es la investigación histórica sobre el legado de Al-Ándalus. La influencia andalusí, que se extendió tanto por Marruecos como por España y posteriormente el Caribe a través de la colonización española, ofrece un terreno fértil para proyectos conjuntos que examinen cómo este legado cultural se ha manifestado en ambos lados del Atlántico. Investigaciones en este campo pueden incluir estudios sobre la arquitectura, la literatura, la música y la gastronomía que Al-Ándalus dejó en el Caribe, proporcionando así una nueva perspectiva sobre las interconexiones culturales históricas que han dado forma a la identidad contemporánea de Cuba y Marruecos.

Colaboraciones en Cine y Artes: Además, el cine y las artes visuales ofrecen un medio poderoso para explorar y compartir estas influencias culturales. La coproducción de documentales y películas que exploran temas históricos comunes puede no solo educar a las audiencias sobre su herencia compartida sino también inspirar a nuevos artistas en ambos países. Festivales de cine, exposiciones de arte y actuaciones musicales conjuntas pueden servir como plataformas para que artistas de ambos países exhiban su trabajo, intercambien ideas y colaboren en proyectos nuevos y emocionantes.

Intercambios Educativos y Académicos: En el ámbito educativo, la cooperación podría estructurarse a través de intercambios de estudiantes y académicos, así como el desarrollo de programas de estudio conjuntos que se enfoquen en temas mediterráneos y transatlánticos. Estas iniciativas no solo enriquecerán el currículo académico sino que también fomentarán un entendimiento más profundo entre las futuras generaciones de líderes, académicos y profesionales. Establecer cátedras especializadas en estudios de Al-Ándalus, por ejemplo, podría atraer a estudiantes y académicos internacionales y fomentar una red académica centrada en la preservación y estudio de este importante legado histórico.

Fomentando el Turismo Cultural: Paralelamente, el turismo cultural puede beneficiarse significativamente de estas colaboraciones. Rutas turísticas que sigan el legado de Al-Ándalus en Marruecos y los vestigios de la arquitectura colonial española en Cuba podrían atraer a turistas interesados en la historia y la cultura, fomentando un turismo más educativo e interactivo.

Este intercambio cultural y educativo entre Marruecos y Cuba no solo refuerza los lazos entre las naciones a través del entendimiento y el respeto mutuos, sino que también crea un diálogo intercultural que puede servir de modelo para la cooperación internacional entre otros países.

Cooperación en Salud: Avances y Oportunidades

Un aspecto crucial y prometedor del fortalecimiento de relaciones entre Marruecos y Cuba es la colaboración en el sector salud, un campo en el que ambos países han alcanzado notables logros. Cuba, con su avanzada industria biotecnológica y sus innovaciones en la producción de vacunas, junto con su eficiente sistema de atención médica, ofrece un modelo de salud pública que ha sido elogiado a nivel internacional. Marruecos, reconocido por su exitosa campaña de vacunación contra el COVID-19 y sus esfuerzos en mejorar la infraestructura sanitaria, se presenta como un socio estratégico ideal en este ámbito.

La colaboración puede enfocarse en áreas como la innovación y desarrollo de vacunas, intercambio de conocimientos médicos y capacitación de profesionales de la salud. Además, ambos países podrían beneficiarse mutuamente de proyectos conjuntos en investigación biomédica y ensayos clínicos, especialmente para enfermedades prevalentes en sus regiones. Asimismo, el turismo médico surge como un sector con potencial de crecimiento, donde la combinación de recursos podría fortalecer la oferta de servicios de salud y bienestar, atrayendo a pacientes y turistas internacionales.

Este enfoque colaborativo no solo promueve el intercambio científico y cultural, sino que también subraya el papel de la salud y la medicina como pilares fundamentales en la relación bilateral, destacando la importancia de estos sectores en el desarrollo y bienestar de ambas naciones.

Conclusión: Un Futuro Prometedor

El reforzamiento de las relaciones entre Marruecos y Cuba no solo es una señal de un cambio en las dinámicas internacionales de poder y cooperación, sino también un testimonio del reconocimiento mutuo de oportunidades en áreas tan diversas como la economía, la cultura y la política. Este acercamiento debe ser visto no solo como un arreglo diplomático sino como un compromiso estratégico que puede ofrecer beneficios tangibles para ambos países y un modelo de cooperación Sur-Sur que podría inspirar a otras naciones.

En última instancia, este renacer de relaciones diplomáticas con Cuba es un paso más en la visión de Marruecos de jugar un papel cada vez más importante en el escenario mundial, actuando como un puente entre diversos mundos y diversas culturas, y mostrando que la diplomacia, cuando es ejecutada con visión y pragmatismo, puede abrir puertas a futuros prometedores y mutuamente beneficiosos.

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